La escorzonera se caracteriza por tener una raíz rolliza, de corteza resquebrajada y negruzca.
A pie de tierra se extiende un rosetón de hojas de figura lanceolada, con la superficie ondulada y los bordes crespos, a menudo con pequeños dientes.
En el extremo del vástago principal se forman unas cabezuelas rodeadas de un involucro de anchas brácteas, más largas las internas que las externas.
Los frutos de esta planta son alargados y rematan en un vilano de aristas plumosas.
Se cría en los collados y lugares incultos de gran parte del país, desde Cataluña hasta Andalucía, siendo más común su presencia en suelos ricos en cal.
Florece en mayo y junio principalmente, aunque depende mucho de su localización geográfica.
De la recolección con fines medicinales interesa principalmente la parte subterránea, es decir, las raíces.
Si se corta a lo largo esta raíz se comprueba que la corteza se desprende fácilmente de la parte leñosa y que por dentro tiene un color castaño claro.
Una vez que se tiene la corteza separada, se corta en rodajas y se pone a secar a la sombra o en secadero, a temperaturas no muy altas.
En la raíz de escorzonera se halla un glucósido llamado coniferina.
También se encuentran cantidades significativas de arginina, asparagina, manita y colina.
En el látex hay algo de caucho y otros compuestos de menor importancia desde el punto de vista médico.
A esta planta se le han atribuido muchas propiedades, de las cuales hoy en día solo se le reconoce cierto efecto diurético, además de estar recomendada en personas aquejadas de problemas reumáticos.
Actualmente en algunas zonas de nuestra geografía se emplea como hortaliza dietética, pero no la variedad silvestre sino la especie cultivada.
Este alimento se recomienda especialmente a personas que padecen reumatismo, enfermos de gota, arterioescleróticos y en general a personas que deben seguir una dieta exenta de fécula, como ocurre por ejemplo en el caso de los diabéticos.
Del resto de las virtudes que en la antigüedad se le atribuían a esta planta -como que era un eficaz remedio contra las picaduras o que atenuaba los ataques epilépticos- ya no queda más que el recuerdo de antiguos libros.
Como ya hemos comentado en la sección anterior, la mejor forma de aprovechar las virtudes de la planta es consumirla como si fuera una hortaliza, preparándola a gusto de cada uno.
Diurético. Antiinflamatorio. Antirreumático
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