El agracejo es un arbusto zarzoso que puede alcanzar casi los tres metros de altura.
Pertenece a la familia de las berberidáceas, que comprende no más de 150 especies, repartidas por países de climas templados.
Es una planta muy difundida en las laderas y collados de las montañas del país, siendo especialmente abundante en las cordilleras que separan Aragón de Valencia y en la serranía de Cuenca; curiosamente, hacia occidente su presencia se va haciendo cada vez más escasa y en Portugal apenas se encuentra.
La planta florece en mayo y junio. Interesa sobre todo la raíz (corteza), las hojas y los frutos.
Una vez arrancada la corteza, se limpia, se seca -incluso al sol- y se elimina la humedad residual en secaderos, a temperaturas que no sobrepasen los 50°C.
Toda la planta, exceptuando el fruto, contiene un alto porcentaje de alcaloides.
El más abundante es la berberina, junto con la berbamina y la magnoflorina.
En los frutos encontramos diversos azúcares, ácido cítrico, tartárico y goma.
Los alcaloides de la planta son potencialmente tóxicos y por eso hay que extremar las precauciones cuando se utiliza esta planta.
La berberina es un tónico de sabor amargo con importantes acciones aperitivas y coleréti-cas; los otros alcaloides tienen también acciones hipotensoras, colagogas y antipiréticas; los frutos son refrescantes y tienen un ligero poder laxante.
Se pueden consumir frescos, en conserva o secos.
Estructuralmente, la berberina se asemeja a la morfina -el alcaloide más importante del opio-y las acciones que ejerce son similares, aunque no iguales.
Dioscórides no trató esta planta, bien porque no la halló en sus largos viajes, bien porque la consideró carente de interés terapéutico; pero sí aparece descrita por otros autores que ya le atribuían propiedades antipiréticas.
.- Decocción. 50 gr. de hojas de agracejo en un litro de agua; se mantiene unos minutos y se deja enfriar.
Se puede beber durante el día, para que remita la fiebre.
Asimismo se puede usar como refrescante intestinal, preparando la infusión de la misma forma y con la misma dosificación.
.- Extracto fluido. Conviene no usarlo si no es bajo prescripción médica.
La dosis aproximada son 10-15 gotas 2 veces al día, aunque es el médico quien debe dosificarlo.
De la misma manera podemos encontrar el extracto seco.
.- Jarabe. Con los frutos maduros se prepara un jarabe refrescante, de sabor agridulce.
Para ello se prensan los frutos maduros hasta extraer todo el jugo; se cuela y se añade a la parte del jugo otras 2 partes de azúcar.
Se embotella y se conserva en lugar fresco durante 2 semanas, removiéndolo de vez en cuando.
Con este jarabe se pueden preparar exquisitos refrescos de un atractivo color rojo.
Colerético. Antipirético. Laxante
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