La alcachofa es una planta herbácea muy próxima al cardo común en cuanto a morfología.
En general se considera que la alcachofera es un producto hortícola nacido por experimentación del hombre.
Como planta, vuelve a brotar todos los años pasado el invierno y echa un rosetón de grandes hojas profundamente segmentadas aunque menos divididas que las del cardo y con menos espinas.
Estas hojas tienen color verde claro y están cubiertas en la cara inferior de unas hebrillas blancas muy finas, las cuales forman como una telaraña que emblanquece aún más el color de las hojas.
El tallo es rollizo, con pocas hojas, y en lo alto aparecen unas cabezuelas muy grandes que son las alcachofas, recubiertas de numerosas brácteas coriáceas.
Al ser un producto hortícola se cría en las huertas de toda España.
Florece en verano.
De la recolección con fines alimenticios interesan las cabezuelas, pero con fines medicinales se prefiere recoger la hoja; esta tiene un sabor amargo característico, muy fuerte y persistente.
Es mejor recoger las hojas del primer año, ya que son mucho más ricas en principios activos.
En la composición de la alcachofera encontramos ácidos fenólicos como el cafeico, clo-rogénico y la cinarina, que es una mezcla de dos ácidos.
También hay flavonoides y algunos ácidos.
La cinarina tiene propiedades coleréticas y colagogas, hepatoprotectoras e hipocoleste-rolemiantes.
Las alcachofas, al igual que las pencas del cardo, constituyen un alimento excelente, sobre todo para los diabéticos, ya que contienen inulina en lugar de fécula.
La inulina se encuentra tanto en las hojas florales como en el receptáculo floral y aun en los tronchos que las sostienen.
Además, la alcachofa es hipoglucemiante, es decir, que disminuye la cantidad de azúcar en sangre.
Un último descubrimiento en relación con la hoja de la alcachofera se refiere a las propiedades que ésta tiene en los estados arterioes-cleróticos, así como en sus fases preliminares.
Esto se debe a su acción sobre el metabolismo de la aurea y del colesterol.
También se dice que las brácteas carnosas de las cabezuelas, comidas crudas, tienen una acción inhibidora sobre la secreción ácida del estómago; pero esto está todavía por estudiar.
En general está especialmente indicada en: anorexia, dispepsias, hepatitis y demás problemas hepáticos; colelitiasis, oliguria y estreñimiento.
Está contraindicada durante la lactancia, ya que los principios amargos que entran a formar parte de su composición pueden pasar a la leche.
.- Jugo de las hojas. Este es el remedio casero más recomendado.
Se extrae el jugo de las hojas frescas de la alcachofera y se mezcla con agua azucarada o vino, para enmascarar el sabor amargo.
Con este jugo se descongestiona el hígado y se disminuye el azúcar de la orina de los diabéticos.
.- Infusión. Se toman 10 gr. de hojas frescas y se añaden a un litro de agua hirviendo; de esta infusión se puede tomar una taza antes de las principales comidas.
Si la infusión se va a utilizar como hepatopro-tector, se puede doblar la cantidad de hojas frescas.
El amargor se puede enmascarar con menta.
.- Extracto fluido. De 30 a 45 gotas, dos o tres veces al día.
Hepatoprotector. Laxante. Diurético
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