El albarraz es una planta de carácter anual, empinada y robusta, que suele alcanzar un metro de altura.
Su tallo está siempre derecho; sus hojas, de considerable tamaño, se asemejan a una mano abierta y aparecen divididas en gajos, aunque éstos no son iguales en todas ellas: en las hojas superiores están enteros, mientras que en las inferiores tienen lóbulos.
El número de gajos oscila de cinco a nueve.
Esta planta se cría preferentemente en lugares frescos y sombríos.
Se puede encontrar en diversos lugares de España como, por ejemplo, las islas Baleares, Murcia y en varias partes de Andalucía.
La floración del albarraz se produce en verano.
Sus flores, de considerable tamaño, son de color azul y se agrupan en ramilletes bastante largos; el cáliz tiene cuatro pétalos, los dos inferiores de forma ovalada y los dos superiores facilformes.
Los sépalos, que son cinco, son mayores que los pétalos; los cuatro de la parte inferior son iguales, mientras que el superior tiene una bolsa en la base más corta que el sépalo.
El fruto está cubierto de tres hollejos bastante grandes y contiene varias simientes de color negro en su interior.
Las semillas se recolectan durante el otoño y después se almacenan en lugar sombrío para que puedan secarse.
Las semillas de esta planta contienen más de un tercio de aceite.
En su composición también se encuentran alcaloides, entre los que destaca la delfinina, que cristaliza con facilidad y se caracteriza por su peculiar sabor amargo.
Este alcaloide produce la muerte por asfixia, actuando sobre el sistema nervioso.
Así pues, no es conveniente utilizar esta planta sin prescripción médica.
Sus simientes no deben utilizarse por vía interna.
Antiguamente era muy común utilizarlo para combatir los piojos, mediante la reducción de las simientes a polvo.
También se mezclaba este polvo con aceite y se esparcía por el lugar en que anidaban los piojos.
Históricamente se le han atribuido otras virtudes, como por ejemplo calmar el dolor de dientes si se hervía con vinagre o curar llagas si se mezclaba con miel.
En medicina se utiliza el principal alcaloide de esta planta en dosis muy pequeñas como antineurálgico, principalmente en neuralgias faciales.
Esta planta es venenosa.
Únicamente interesa para uso externo.
.- Polvo. Se reducen las simientes de la planta a polvo y se espolvorea por la zona en que haya insectos.
Se puede mezclar con polvos de talco para reducir la acción cáustica del polvo de las simientes.
.- Cocción. Se echan en un litro de agua hirviendo 20 gr. de simientes y se reparte por el lugar en el que haya insectos.
Analgésico. Antiasmático. Cardiotónico
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