Esta curiosa hierba es anual y enteramente lampiña, erguida, por lo general de no más de dos palmos de altura.
Las hojas (salvo las inferiores) se componen de tres hojuelas muy desiguales: la de enme-dio de figura ovalada y mucho mayor que las dos laterales.
En los encuentros de las hojas superiores con el tallo nacen las flores, aproximadamente de la misma longitud que la hoja y reunidas en grupos de dos a cuatro florecillas amarillas.
Es una planta propia de las tierras de labor, encontrándose repartida por toda nuestra geografía.
La alacranera o hierba del alacrán -como también se la conoce- florece entre abril y junio, en julio a más tardar.
De la recolección con fines medicinales interesa la planta entera.
El nombre de alacranera proviene de la peculiar morfología del fruto; este es largo, angosto, con diversas ceñiduras en su recorrido y se encuentra encorvado, como la cola del temido alacrán.
Como luego veremos, este parecido hizo que se empleara en su época como popular remedio contra las picaduras de estos bichos, si bien en la actualidad no se usa para este fin.
La alacranera contiene en todos sus órganos un glucósido llamado coronilina, además de una sustancia caracterizada por ser muy aromática.
Pero los aromas no deben confundirnos a la hora de emplear una planta , ya que por ejemplo en este caso se trata de una hierba bastante tóxica si no se maneja con las debidas precauciones.
En las semillas se presenta una composición bastante compleja: materias grasas, lecitinas, oleinas, colesterinas y otros muchos compuestos de otra naturaleza.
En realidad, los efectos de esta especie son bastante parecidos a los de la digital, es decir, que actúa directamente sobre el corazón regulando su funcionamiento.
La ventaja de esta hierba, o mejor dicho, de sus principios activos, es que no se acumulan en el organismo, por lo que se puede decir que es menos tóxica que la digital.
Pero en su contra diremos que es una planta poco estudiada y las sustancias que actúan sobre el corazón se deben manejar con sumo cuidado, pues un fallo en el ajuste de la dosis puede acarrear serios problemas de difícil solución.
Por esta razón su empleo no se ha extendido.
Quién sabe si en el futuro se descubrirán propiedades desconocidas hasta ahora, que incluso podrían desplazar a los compuestos di-gitálicos.
La planta en sí es poco empleada por las razones que comentábamos anteriormente.
Se prefiere usar el principio activo aislado, la coronilina; esta se toma en dosis muy bajas, fijadas previamente por el médico, el único profesional sanitario capacitado para prescribir cualquier remedio.
En algunas zonas de nuestra geografia se emplea de forma externa como vesicante e irritante.
Tóxico. Cardiotónico. Antiasmático
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