El granado es un árbol frutal perteneciente a la familia de las punicáceas, que puede alcanzar hasta 5 metros de altura.
Tiene unas ramas muy flexibles, provistas de espinas.
Las hojas son lanceoladas, onduladas, brillantes y algo rojizas.
Las flores nacen de una en una, esparcidas por todas las sumidades del árbol y son de singular belleza.
En cuanto al fruto se puede decir que no existe otro parecido en todo el reino vegetal; se le conoce con el nombre de granada y se trata de una gruesa baya globosa, coriácea, coronada por residuos de pétalos del cáliz, y contiene gran número de semillas prismáticas de color rojo granate, carnosas y con un agradable sabor algo ácido.
Como árbol frutal se cría en las huertas de la mayor parte de la península, aunque también se puede encontrar asilvestrado.
El granado florece en junio, e incluso antes en las provincias más meridionales y los frutos maduran en septiembre y octubre.
De la recolección lo que más interesa con fines medicinales es la corteza de la raíz; para recogerla se arrancan las raíces al empezar el otoño y se les quita la corteza, se corta a pedazos y se desecan y guardan.
En cuanto a la recolección del fruto, conviene que esté bien maduro, por lo que se suele esperar a finales del verano.
En algunos casos se recoge la corteza del tronco y de las ramas viejas, aunque resultan menos eficaces.
El granado contiene diversos alcaloides, localizados principalmente en la corteza de la raíz.
Además también es particularmente rico en materias minerales y taninos.
Los granos del fruto, aparte de agua, tienen azúcares, ácido cítrico y gran cantidad de ácido ascórbico (vitamina C).
Es un excelente antihelmíntico, sobre todo contra la tenia, a la que paraliza o mata, según la dosis.
La corteza de los frutos es astringente y anti-diarreica y los frutos en sí actúan como refrescantes, antipiréticos y estrogénicos.
Hay que advertir sin embargo que debemos tener cuidado con la corteza de la raíz, ya que los alcaloides que contiene pueden provocar efectos tóxicos si se administran en dosis inadecuadas.
Así pues, es importante que su uso se haga bajo control médico.
Por último, hay que comentar que este árbol también tiene aplicación en la industria química, pues la corteza del tronco se utiliza para la fabricación de tintas.
.- Decocción. A partir de la corteza de la raíz o del tronco. Se maceran 60 g. de la corteza en 1/2 l. de agua, durante un día; luego se hierve hasta que se reduzca el líquido a la mitad y se toma el resto en ayunas, a intervalos de 20 minutos.
Para finalizar el tratamiento se administra un purgante, eliminándose con ello los gusanos intestinales.
.- Infusión para enjuagues. Para reforzar las encías se prepara una infusión con 1/2 l. de agua y 25 g. de flores.
Se enjuaga la boca varias veces al día.
Antidiarreico. Antihelmíntico. Antipirético
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