Planta vivaz que gracias a su rizoma puede desarrollarse cada temporada; el rizoma se halla a poca profundidad del suelo y se encuentra muy ramificado.
Se localiza en los bordes de los caminos, perímetros de campos de cultivo y terrenos baldíos, siendo un ejemplo claro de lo que vulgarmente se conoce como mala hierba.
Esta fama la debe también a su dificultad para ser eliminada, ya que lo normal es que vuelva a revivir temporada tras temporada.
Su conocimiento es relativamente reciente, ya que hasta entrado el siglo XVIII no se encuentra ninguna referencia a ella.
La floración se produce en los meses de julio a septiembre, proporcionando unas flores de color púrpura que no son muy vistosas debido a su pequeño tamaño.
Para la recolección de los rizomas -que es la única parte aprovechable de esta planta- se deberá proceder a recogerlos antes de que el tallo empiece su crecimiento, es decir, en la primavera.
El rizoma es rico en almidón, mucílago, mani-tol, fructosa y saponina.
También contiene gran cantidad de sales de potasio y triticina, lo que le confiere propiedades sobre todo como diurético.
Por eso, algunas empresas comercializan esta planta como adelgazante; sin embargo, hay que hacer notar que aunque efectivamente se produce una pérdida de peso con el uso de estos preparados debido a la pérdida de agua por la orina, esta agua posteriormente se vuelve a recuperar en personas sanas con la ingesta normal de líquidos; por tanto, la pérdida de peso es ficticia.
Como diurético se recomienda su empleo en reumatismos, litiasis y gota.
Las cenizas contienen gran cantidad de silicio, por lo que se ha empleado como remineralizante en casos de deshidratación y consolidación de fracturas.
Debido a su sabor amargo su empleo no es muy habitual; de esta forma se pierde la oportunidad de usarla y aprovechar sus buenas propiedades como diurético.
En ocasiones se suelen emplear en combinación con otras plantas para evitar en lo posible este mal sabor; regaliz y anís entre otras.
.- Decocción. Se puede realizar empleando dos procedimientos válidos solo en este caso para conseguir óptimos resultados y hacer que desaparezca su típico sabor amargo: se añaden quince gramos de rizoma a un litro de agua, que se pone a hervir durante diez minutos, manteniéndolo después durante media hora en contacto con el agua caliente y revolviéndolo ocasionalmente; del líquido filtrado se pueden tomar un total de tres tazas al día.
El segundo procedimiento consiste en añadir los quince gramos de raíz a un cuarto de litro de agua, dejándolo hervir durante un minuto; posteriormente se añade hasta completar el litro de agua y se continúa hirviendo durante diez minutos.
Diurético. Remineralizante. Antiinflamatorio
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