La gayomba es un arbusto de hasta 2 m. de altura, aunque a veces puede doblar esta altura si sobrevive a las nieves y los vendavales propios de las zonas donde habita.
En cuanto a su morfología, es una planta casi lampiña, de cepa corta y gruesa; echa unos vástagos relativamente largos, con numerosas hojas arrosetadas en la base.
Las flores forman un prolongado ramillete terminal.
Se cría en lugares muy arenosos, con poca cal y humedad suficiente.
Donde más fácilmente se la puede encontrar es en las laderas, desmontes y terraplenes de la solana, huyendo de la sombra casi siempre.
Florece desde mayo hasta julio.
Normalmente, para la fiesta del Corpus Christi se encuentra en todo su esplendor.
De su recolección interesan las flores y semillas.
Una vez recogidas, se ponen a secar a la sombra o en secadero a temperaturas inferiores a los 40 ° C.
El principal componente de todos sus órganos es el alcaloide llamado citisina, cuyas propiedades recuerdan a las de la nicotina y la estricnina.
Este alcaloide es sumamente tóxico.
Es una planta muy activa como laxante-purgante y a su vez muy poco conocida en profundidad.
Para conseguir estos efectos debe tomarse cruda, pues si se cuece los principios activos se destruyen; pero al mismo tiempo hay que advertir que cuando se toma cruda aparecen efectos secundarios francamente desagradables.
Aunque ha sido hierba usada y lo sigue siendo hoy todavía, el arsenal terapéutico de cualquier país dispone de remedios igualmente eficaces y portadores de menos efectos secundarios, por lo que su uso queda restringido a casos donde no existe ningún otro remedio.
Las propiedades eméticas de esta planta están totalmente demostradas y se conocen desde hace cientos de años.
En nuestros días es ya una planta olvidada; si alguna vez se decidiera alguien a emplearla de nuevo, debe recordar hacerlo bajo estricto control médico.
Igualmente, es importante recordar que el alcaloide citisina es tóxico en dosis tan bajas como 5 mg., lo que no deberán olvidar los aficionados a probar nuevos remedios, ya que estas cantidades tan sumamente pequeñas pueden encontrarse en tan solo unas cuantas flores o semillas.
Tal y como comentábamos en la sección anterior, el alcaloide es activo en dosis muy bajas, por lo que es difícil no sufrir sus efectos tóxicos en una preparación casera.
Lo mejor es emplear el alcaloide una vez aislado, para lo que se necesita personal especializado.
Tóxico. Laxante. Emético
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