viernes, 6 de noviembre de 2009

Gayuba (Arctostaphylos uva-ursii)

Arbustillo que crece en zonas de Pirineos, sie rras y montes; tiende a reptar por el terreno y cada tallo genera sus propias raíces, que en
caso de separación del tronco padre les permitirá seguir subsistiendo y desarrollarse con entera normalidad.
También podemos encontrarlo en ocasiones colgando de alguna altura.
Tiene ramas que se desarrollan retorciéndose sobre sí mismas, creando formas irregulares; de estas ramas nacen las hojas, con una ner-viación en el envés que se entrecruza, como si fuera una retícula.
Por otra parte, según la zona de cultivo, pueden existir diferencias en la forma y tamaño de las mismas.
Florece desde marzo hasta entrado el mes de junio, dando lugar a unas flores que se agrupan formando una especie de racimos de hasta diez unidades, que parten de las axilas de las hojas -generalmente de las procedentes del último año.
El fruto que se forma posteriormente es de color rojizo, de sabor insípido y harinoso.
La mejor época para proceder a la recolección de las hojas es el verano, aunque se puede efectuar de igual modo en cualquier otra época.
Las hojas más jóvenes tienen sabor amargo.
Al tratarse de una planta bastante común no es necesario el proceso de cultivo para obtener sus hojas, ya que se pueden recolectar perfectamente sirviéndose de las plantas que crecen espontáneamente en el campo.
Es una planta muy rica en taninos gálicos -con un contenido de hasta el 10% de su peso-, lo que le confiere propiedades astringentes que, junto con la alantoína que contiene, le hacen idóneo para casos de cicatrizaciones difíciles, heridas abiertas e infectadas.
Contiene arbutósido en un 5%, lo que le proporciona propiedades antimicrobianas -principalmente contra gérmenes que se localizan en las vías urinarias- empleándose en casos de infecciones urinarias, ya que el arbutó-sido sufre una transformación en el organismo (más concretamente a nivel intestinal) liberando hidroquinona -que a su vez se elimina por vía renal- con lo que se consigue el deseado efecto antiinfeccioso.
Por ello se emplea en casos de nefritis, cistitis, prostatitis y litiasis.
La presencia de taninos aconseja un empleo moderado, pues puede producir cuadros de molestias gástricas; se deberá disminuir la dosis en personas sensibles.
.- Infusión. Se añaden 25 gramos de hojas a un litro de agua hervida, que se puede administrar como infusión; se toma todo el líquido así obtenido, repartido a lo largo del día.
.- Decocción. Con 30 gramos de hojas sobre un litro de agua, dejándolo hervir durante diez minutos; se toma igual que la infusión.
.- Maceración. Indicada para personas sensibles a los anteriores tipos.
Se deja macerar 25 gramos de hojas por cada litro de agua durante un día entero; se filtra y el líquido resultante se toma tibio.
Astringente. Antiséptico urinario. Cicatrizante

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