El galio es una planta herbácea vivaz con unos rizomas muy ramificados y tallos erguidos y ascendentes rematados en el ápice por una panícula de flores amarillas muy vistosas.
La planta tiene un ligero olor a miel y sabor amargo, que resulta más intenso en las flores que en otras partes.
Esta hierba se da de manera natural en toda Europa y Asia, siendo especialmente abundante en prados, bosques poco espesos, laderas y bordes de campos.
El nombre de cuajaleches se debe a la propiedad que tiene de coagular las proteínas de la leche.
El galio florece en junio; en determinadas zonas se dice que es precisamente el día de San Juan (24 de Junio) cuando la floración llega a su máximo esplendor.
Leyenda o no, el caso es que cuando florece llena las praderas de un bonito color amarillo que se mantiene por lo general durante todo el verano.
En medicina se utilizan las sumidades floridas, que se cortan cuando están en plena floración; después se las deja secar en lugar bien aireado y no importa demasiado que les dé el sol.
Si el proceso de secado se realiza en secadero, conviene no sobrepasar los 45°C.
La planta tiene antraquinonas, flavonoides, ta-ninos y pequeñas cantidades de cumarinas; pero realmente todas estas sustancias no tienen ninguna relación con las propiedades que se atribuyen al galio.
De esta planta se han estudiado sus propiedades coagulantes y se ha comprobado la presencia de pequeñas cantidades de fermento Lab, lo que explicaría en parte su capacidad para cuajar la leche; pero según diversos autores, esta propiedad no vendría dada por el fermento Lab sino por la naturaleza ácida de muchos componentes de la planta, entre los que se encuentran el ácido cítrico.
En cualquier caso, es una planta utilizada desde hace mucho tiempo por sus efectos diuréticos, desinfectantes y espasmolíticos.
Se dice asimismo que es una excelente planta para el tratamiento de las vías urinarias, pues no sólo estimula la secreción renal sino que también elimina los calambres.
Por último, añadir que es una planta aperitiva por su sabor amargo y astringente, por lo que también se utiliza para heridas de difícil curación, erupciones y úlceras.
.- Infusión. Se toma un buen puñado de planta fresca, aumentando la cantidad en el caso de que ya estuviera seca; se añaden a un litro de agua hirviendo.
Una vez fría y colada, se puede beber cuanto se quiera.
Se conseguirá así un rápido efecto diurético.
.- Decocción. Se preparan 50 gr. de sumidades floridas y se añaden a un litro de agua.
Se mantiene la infusión durante 3-4 minutos.
Una vez frío, se puede aplicar en forma de baños o compresas sobre heridas, úlceras y erupciones.
.- Su uso como cuajaleches No está del todo claro y hoy en día se disponen de mejores preparados para coagular las proteínas lácteas, por lo que esta planta ya no se utiliza.
Diurético. Aperitivo. Astringente
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